El quinto informe del Instituto Kroc sobre el Acuerdo de Paz en Colombia muestra avances pese a grandes desafíos

A lo largo de 2020, un año complejo y turbulento a nivel global, actores gubernamentales y miembros de la sociedad civil colombiana continuaron avanzando en la implementación de las disposiciones incluidas en el Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el Gobierno nacional y la ex guerrilla de las FARC-EP. El 25 y el 26 de mayo, la Matriz de Acuerdos de Paz (PAM) del Instituto Kroc para Estudios Internacionales de Paz de la Universidad de Notre Dame presentó su quinto informe comprensivo sobre la implementación del Acuerdo de Paz. El informe, “El Acuerdo Final colombiano en tiempos del COVID-19: apropiación institucional y ciudadana como clave de la implementación”, cubre el período comprendido entre diciembre de 2019 y noviembre de 2020.

“Los compromisos institucionales y el trabajo y la confianza de las organizaciones sociales y de base fueron fundamentales para avanzar en la implementación, a pesar de las enormes dificultades durante el año 2020”, afirma Josefina Echavarría, directora de PAM.

Los desafíos en 2020 

Este periodo del informe estuvo marcado por desafíos imprevistos que complicaron la implementación de las disposiciones del Acuerdo. La pandemia del COVID-19 generó una grave crisis de salud en toda Colombia, y las restricciones impuestas por el Gobierno para frenar la propagación del virus llevaron a que los procesos de consulta con las comunidades para avanzar en el Acuerdo tuvieran que trasladarse a formatos virtuales. La pandemia también agravó las desigualdades y vulnerabilidades existentes en los territorios.

Junto con ello, la persistencia de la inseguridad en numerosos territorios a lo largo del país, incluidos los continuos ataques y amenazas contra personas excombatientes de las FARC-EP en proceso de reincorporación, y el aumento de homicidios contra defensores y defensoras de derechos humanos y líderes y lideresas sociales y ambientales, afectaron el ritmo de implementación.

“En 2020, la implementación se estaba orientando cada vez más hacia los niveles local y territorial”, dijo Echavarría. “Las restricciones y la inseguridad afectaron de manera desproporcionada el cumplimiento de los compromisos de participación política democrática, y la situación actual refuerza la urgente necesidad de abordar estas brechas y fortalecer el diálogo”.

Estado de la implementation

Un avance positivo en la implementación general del Acuerdo fue que, durante el periodo del informe, el porcentaje de disposiciones que alcanzaron la implementación total subió dos puntos porcentuales, pasando del 26% en noviembre de 2019 al 28% en noviembre de 2020.

A pesar de los desafíos, el informe identifica varias áreas de progreso. Los puntos 1 y 5, centrados en la Reforma Rural Integral y en las víctimas del conflicto respectivamente, registraron una disminución del 9% en el número de disposiciones no iniciadas. Además, varios gobiernos departamentales y municipales, especialmente aquellos ubicados en las regiones donde se adelantan Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) priorizadas por el Acuerdo, incluyeron en sus Planes de Desarrollo 2020-2023 aspectos clave del Acuerdo Final como políticas de mediano y largo plazo. Este es un ejemplo relevante de cómo los compromisos del Acuerdo pueden incorporarse en la política a nivel local y regional para generar un cambio duradero en los territorios más vulnerables del país.

El Punto 4, que se ocupa de la solución del problema de las drogas ilícitas, registró el aumento más significativo en las disposiciones completadas durante el periodo del informe, pasando del 8% al 17%.

El Punto 6, sobre los mecanismos de implementación, verificación y refrendación, contiene el mayor número de disposiciones completadas desde que comenzó la implementación en diciembre de 2016. Durante el periodo del informe, este punto registró un leve aumento en las disposiciones completadas, pasando del 54% al 55%. Este leve aumento anual en la implementación refleja profundos desafíos que persisten y las oportunidades futuras para la ejecución exitosa de los compromisos del Acuerdo. Por ejemplo, la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (CSIVI) aún debe alcanzar todo su potencial como espacio de diálogo constructivo y resolución de conflictos entre las partes firmantes, con el apoyo de la comunidad internacional.

El informe también describe los esfuerzos por mantener activas las instancias étnica y de género creadas por el Acuerdo Final, aún cuando se mantiene la brecha de la implementación de las disposiciones de estos enfoques con respecto a la implementación general. Las disposiciones completadas con enfoque de género están 18 puntos porcentuales por debajo del nivel general de disposiciones completadas, mientras que las disposiciones étnicas están rezagadas en 15 puntos porcentuales. Para lograr una paz sostenible, equitativa y duradera, es fundamental que mejore el ritmo de implementación e inclusión de estos enfoques transversales.

Desafíos y oportunidades

Además de los puntos específicos y los enfoques transversales que requieren mayor atención, existen vacíos legales y financieros que siguen presentando obstáculos  para la implementación integral del Acuerdo. Por una parte, aún se presentan debilidades en el marco legal necesario para el cumplimiento de las disposiciones del Acuerdo y, por otra, hay una significativa diferencia entre los fondos disponibles para la consolidación de la paz y lo que se necesita para cumplir con las metas establecidas en el Plan Marco de Implementación.

Así mismo, es necesario asegurar los recursos para la implementación de compromisos del Acuerdo consignados en los Planes de Desarrollo Departamentales y Municipales, y garantizar la vinculación de los consejos territoriales de paz y reconciliación como espacios para construir diálogos y alcanzar consensos. Estos entes son clave para implementar el Acuerdo a nivel local y deben tener la capacidad y los recursos financieros para avanzar en este trabajo.

Si bien en los siguientes años, sin lugar a dudas, se presentarán obstáculos y barreras imprevistas para el cumplimiento de los compromisos establecidos en el Acuerdo de Paz, el año 2020 presentó una oportunidad para que las entidades implementadoras aumentaran su capacidad de adaptación y desarrollaran medios alternativos para cumplir con las disposiciones del Acuerdo. A medida que más organizaciones e individuos se apropien del proceso de paz, el ciclo de aprendizaje que los implementadores han experimentado en los territorios puede brindar lecciones valiosas para que otras regiones cumplan con las demandas de los compromisos del Acuerdo Final.

“Ahora que estamos entrando en el quinto año de implementación, notamos que las comunidades locales, regionales, nacionales y las agencias internacionales han construido excelentes redes, alianzas y conocimientos en torno al Acuerdo de Paz”, dice Echavarría. «Necesitamos seguir fortaleciendo la implementación para aprender los unos de los otros».

Aquí puede acceder al informe completo en español

Aquí puede acceder al resumen ejecutivo en inglés

Contacto para medios de comunicación:

Sobre el Instituto Kroc 

El Instituto Kroc para Estudios Internacionales de Paz hace parte de la Escuela Keough de Asuntos Globales de la Universidad de Notre Dame (EEUU) y es uno de los centros de investigación y de estudios en construcción de paz líderes en el mundo. Uno de sus principales proyectos es la Matriz de Acuerdos de Paz (PAM, por sus siglas en inglés), que constituye la base de datos más amplia y exhaustiva sobre la implementación de 34 acuerdos de paz negociados en el mundo desde 1989.

Por mandato de las partes signatarias del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera entre el Gobierno de Colombia y las FARC-EP, la Iniciativa Barómetro de la Matriz de Acuerdos de Paz del Instituto Kroc, en su labor como Apoyo Técnico del componente internacional de verificación, es responsable de monitorear el proceso de implementación. A la fecha, el Instituto Kroc ha publicado cuatro informes comprensivos sobre el estado general de la implementación, y cuatro informes especiales sobre la implementación de los enfoques étnico y de género. Todos estos informes están disponibles en línea.

En Colombia, el Instituto Kroc trabaja en alianza estratégica con el Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana. Esta organización tiene una amplia experiencia de trabajo con comunidades locales a lo largo y ancho del país, y es reconocida por sus esfuerzos en favor de la justicia social y por el apoyo a las iniciativas de construcción de paz en Colombia.


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